SÍDNEY, Australia (15 de febrero de 2020). La serie 2020 de los FIA Gran Turismo Championships comenzó con el primer evento de la World Tour realizado en Sídney, Australia, en lo que fue la primera presentación del evento en ese país. La siempre competitiva Manufacturer Series comenzó el sábado ante una multitud en The Big Top, parte del centro de entretenimientos Luna Park Sydney, ubicado junto al famoso puente de la bahía, frente a la célebre Ópera de Sídney.

El equipo favorito para la nueva temporada era Toyota, que aún tenía el impulso que lo llevó a la cima del campeonato el año pasado, pero los otros fabricantes volvieron más fuertes que nunca con el objetivo de obtener el prestigioso título y un poco de revancha.

En la Manufacturer Series, 36 pilotos que representan a 12 equipos compiten por valiosos puntos que les permitan clasificar a las Finales Mundiales de 2020, que se llevarán a cabo más adelante durante el año. Se realizaron dos carreras, la Carrera 1 y una Gran Final con doble puntuación. En ambas carreras participaron los tres pilotos y se usaron los tres compuestos diferentes de neumáticos Michelin (blandos, medios y duros).

“Estamos comenzando el tercer año de nuestros campeonatos y en cada temporada hubo algo nuevo e inesperado. Predigo lo mismo para el 2020. Nuestra audiencia crece y, dado que entre 2018 y 2019 aumentó un 300%, habrá mucha más gente mirando el desarrollo de esta serie. Estoy seguro de que todos quieren ver un gran espectáculo”, dijo el creador de Gran Turismo, Kazunori Yamauchi.

Carrera 1

Quedó claro desde la ronda de clasificación qué equipos iban a ser los más rápidos, ya que BMW, Audi, Porsche, Mercedes-Benz y Toyota parecían tener un poco más de potencia que el resto. BMW había obtenido el primer lugar de salida en la carrera inaugural, que se realizó en el famoso circuito belga de Spa-Francorchamps. La carrera de 12 vueltas en autos del Gr. 4 se definiría en base a la mejor estrategia de uso de neumáticos. BMW optó por salir con neumáticos medios, mientras que Audi y Porsche eligieron los blandos. Tan pronto como se agitó la bandera verde, comenzó la acción: Martin Grady (Reino Unido) en el Audi TT Cup pasó al BMW M4 del chileno Nico Rubilar en la primera curva, seguido por Ángel Inostroza (Chile) en el Porsche Cayman GT4 Clubsport. El Mercedes-Benz SLS AMG, con Anthony Felix (EE. UU.) al volante, tuvo una salida para el olvido: quedó atrapado en el tráfico, tuvo un toque con otro auto y se despistó, por lo que cayó dos posiciones antes de la primera curva.

En la vuelta siguiente, Inostroza rebasó con su Porsche al Audi TT Cup de tracción delantera en la horquilla de Rivage y pasó a liderar la carrera. Los tres equipos líderes —Porsche, Audi y BMW, todos alemanes— lucharon a un ritmo despiadado y se despegaron 4 segundos del resto. En la vuelta 4, todos entraron a boxes, los tres líderes pusieron neumáticos Michelin duros, mientras que el francés Rayan Derrouiche, quien reemplazó a Tomoaki Yamanaka (Japón), eligió los neumáticos de compuesto blando para su Toyota 86.

Ya en la vuelta 6, era evidente que la carrera se iba a definir entre cuatro equipos, dado que Toyota se había acercado lentamente a los líderes. Luego, en una maniobra audaz, Derrouiche con su 86 le arrebató el tercer puesto al BMW M4, conducido por Randall Haywood de los EE. UU., y luego rebasó al Audi TT Cup para quedar segundo. Debido a que el Toyota tenía neumáticos blandos y el Porsche duros, solo era cuestión de esperar que Derrouiche tomara la delantera. Entonces, Toyota debía acumular una ventaja suficiente antes de entrar a boxes para realizar el cambio obligatorio por los neumáticos duros.

En la vuelta 8, los líderes pasaron por boxes, mientras que el BMW, que había guardado los neumáticos blandos para el último tramo con Coque López al volante, rebasó rápidamente al Porsche de Mathew Simmons. Al mismo tiempo, el Lexus, que también dejó los neumáticos blandos para el final, iba ganando posiciones lentamente. Al llegar a la vuelta 10, Toyota había perdido toda su ventaja y López, que ya estaba detrás del paragolpes trasero del 86, se preparaba para rebasar a Simon Bishop (Nueva Zelanda) en la horquilla de Rivage. Fue como robarle dulces a un niño, ya que el Bimmer tomó la delantera con facilidad y, finalmente, cruzó la meta primero. Entretanto, Baptiste Beauvois (Francia) de Lexus alcanzó a los líderes y rebasó al Porsche y el Toyota para quedarse con el segundo puesto, mientras que Porsche finalizó tercero.

Gran Final

En esta carrera de resistencia de 20 vueltas en el Mount Panorama Motor Racing Circuit de Australia, un circuito complicado, con largas rectas y una serie de curvas muy cerradas, se otorgó puntuación doble, por lo que el campeonato estaba para cualquiera. Por haber ganado la carrera inicial, BMW salió desde la primera posición, con Rubilar al volante del M6 GT3 preparado para competencias del Gr. 3. Sin embargo, esta vez el equipo eligió otra estrategia de neumáticos y optó por comenzar la carrera con los más rápidos (los blandos), mientras que los autos del segundo al cuarto puesto —Lexus, Porsche y Audi— salieron con los medios.

Inmediatamente después de la salida lanzada, el Mercedes-Benz AMG GT3 de Bernal Valverde (Brasil) chocó e hizo despistar al Jaguar F-Type, que salió desde la séptima posición conducido por el también brasileño Vinicius Neto, quien cayó al último lugar. Por este incidente, Mercedes-Benz recibió una severa penalización de 4 segundos y perdió toda posibilidad de ganar. Rubilar, quien mostró una aptitud sorprendente al volante de su M6, sacó una ventaja de 4 segundos en la vuelta 3. En la vuelta 6, la ventaja ya era de 6 segundos. Luego, el Lexus le arrebató el tercer lugar al Audi en la curva 23, la última del circuito. En la vuelta 8, entraron en boxes los equipos Porsche, Lexus y Audi para colocar los neumáticos duros. Guardaron los blandos para el último tramo de la carrera, una estrategia opuesta a la de BMW, ya que en la vuelta 9, Rubilar, quien para entonces sacado una ventaja de 28 segundos, cambió sus neumáticos por los medios. El M6, con Haywood al volante, volvió a la pista 10 segundos delante del pelotón.

A la mitad de la carrera, estos equipos ocupaban las primeras cinco posiciones: BMW, Porsche, Audi, Toyota y Lexus. Llegada la vuelta 12, era obvio cómo se iba a definir el ganador de la carrera: ¿Podría el BMW con neumáticos medios sacar una ventaja suficiente sobre sus competidores con neumáticos Michelin duros? Para la siguiente parada en boxes, BMW había sacado nuevamente una diferencia de 28 segundos, y salió de boxes con neumáticos duros y una ventaja de 8 segundos sobre el Porsche 911 RSR. En la vuelta 19, el Porsche con neumáticos blandos recortó la diferencia a 5 segundos, pero a solo una vuelta del final, no había tiempo suficiente para alcanzar al M6 GT3 de López.

Finalmente, la brillante estrategia del equipo BMW —Rubilar, Haywood y López— le permitió obtener un máximo de 36 puntos y quedarse con la carrera y el campeonato. Porsche (28 puntos) y Lexus, el campeón de 2018 (26 puntos), también tuvieron un gran rendimiento y completaron el podio en este emocionante primer día de la Manufacturer Series 2020.

Coque López, del equipo BMW, dijo tras la victoria: “La primera carrera, en la que Nico manejó de forma brillante con los neumáticos medios y resistió contra autos que tenían neumáticos blandos, marcó las pautas para nuestro equipo. Sí, nuestra estrategia de neumáticos valió la pena, pero lo que nos permitió ganar hoy fue el excelente rendimiento de mis compañeros de equipo, Nico y Randall”.