En 2012, Wolfgang Reip venció a 830 000 jugadores y se alzó con la victoria en la GT Academy de Europa. El talento natural de Wolfie salió a relucir en el Race Camp aquel mismo verano, y desde entonces el simpático belga ha aprovechado la oportunidad de competir como deportista NISMO.
Su premio por ganar la GT Academy fue participar en las 24 horas de Dubái, la tradicional recompensa que reciben todos los graduados. Pilotó un Nissan 370Z NISMO GT4 junto a sus compañeros de equipo Lucas Ordóñez, Mark Shulzhitskiy y Roman Rusinov. Fue su bautismo de fuego, ya que durante el primer tramo de la carrera, un coche que tenía delante perdió una rueda, algo que Wolfie descubrió cuando chocó contra ella a toda velocidad. Como un auténtico profesional, mantuvo la calma y el equipo siguió luchando durante toda la noche hasta lograr un increíble segundo puesto en la categoría.
En su primera temporada como piloto de carreras, Wolfie llevó el Nissan GT-R NISMO GT3 en las series FIA GT y Blancpain Endurance. Tras debutar un lluvioso fin de semana en Nogaro (Francia), no tardó en lograr buenos resultados, pero llegó el verano y aún quería más.
El punto de inflexión llegó en las 24 horas de Spa, una de las carreras de resistencia más duras del mundo. El equipo, formado íntegramente por los jugadores Wolfie, Lucas Ordóñez, Jann Mardenborough y Peter Pyzera, subió al podio con un tercer puesto en la clase Pro-Am, abarrotada de pilotos muy experimentados. El hecho de haber ganado en casa hizo que la victoria fuera todavía más dulce para Wolfie.
Después, quedó segundo en su categoría en Eslovaquia en la serie FIA GT. En noviembre de 2013 debutó en la serie LMP2, como ya habían hecho cuatro ganadores de la GT Academy antes que él. Pilotó un Greaves Zytek-Nissan y su actuación dejó tan impresionada a la audiencia de Radio Le Mans que le otorgaron el premio "Spirit of the Race".
En el Salón del Automóvil de Ginebra de marzo de 2014, se anunció que Wolfie había sido seleccionado para pilotar el Nissan ZEOD RC en las 24 Horas de Le Mans
