2011 siempre será uno de los momentos clave de la historia de GT Academy, porque fue la primera vez que pisó suelo estadounidense. Más de 53 000 aspirantes a pilotos compitieron en las pruebas contrarreloj online de GT Academy en Gran Turismo 5. 32 de los mejores jugadores del país pasaron a las finales nacionales de Orlando, y los 16 coches más rápidos se clasificaron para la final en el Silverstone Race Circuit de Inglaterra. ¿El gran premio? ¡La oportunidad de convertirse en piloto de coche de carreras profesional! En aquel momento, todos pensaban que la idea era una locura. Parecía imposible convertir a un aficionado a los videojuegos en piloto de coches profesional.
Qué poco sabían entonces, el 2011 apenas acababa de empezar.
Nuestros mejores 16 competidores de los Estados Unidos no estaban familiarizados con el legendario circuito de Silverstone. Muy pocos conocían el trazado de la pista, o la gran historia que el sacrosanto circuito acumulaba en la F1. Y lo que es más, los competidores ni siquiera tenían idea de los desafíos mentales y físicos a los que se iban a enfrentar.
Para asegurar que el mejor piloto fuera coronado al final de la temporada, el elenco de prestigiosos jueces estuvo presente valorando todas y cada una de las acciones.
La semana de competición comenzó con todos los pilotos en un kart, para que los jueces pudieran hacer una primera estimación de su actitud de aprendizaje, la consistencia de su físico y su progresión como pilotos. Las cosas empezaron a ponerse interesantes al principio del segundo día, pues todos los participantes se sometieron a un minitriatlón. Comenzaron los 16, pero solo 5 llegarían a subirse a un 370Z cruzando la línea de meta. La competición comenzó a animarse de verdad tras los primeros cortes, en los que tres pilotos volvieron a casa, y todos descubrieron que cualquiera podía caer eliminado.
El día D se acercaba y todos los pilotos eran sometidos a diversos desafíos reales del mundo del motor, incluidos mejores tiempos por vuelta con monoplazas, desafíos de maniobras con Nissan Leafs eléctricos o conducción en rallies con un 370Z especialmente acondicionado. Finalmente, los pilotos supervivientes tuvieron ocasión de ponerse a prueba con un 530HP Nissan GT-R.
Al final, tras una semana de victorias y eliminaciones aplastantes, los cuatro pilotos que aguantaron se enfrentaron en una batalla final de la que solo saldría un ganador: el campeón de la GT Academy estadounidense. Aquellos 4 pilotos fueron:
Heitkotter se hizo con la pole, con Johnston pisándole los talones. Roberts adelantó a Arscott al comenzar la segunda vuelta y estos tres coches batallaron por la primera plaza. En la tercera vuelta, Heitkotter cometió un gran error y Johnston lo aprovechó para ponerse por delante. Sin embargo, tras un error con los cambios de Johnston, Heitkotter retomó la delantera y Arscott se coló como segundo. Johnston había pasado de primero a tercero en solo media vuelta.
A falta de un solo giro, Johnston se jugó el todo por el todo y devolvió el favor a Arscott adelantándole por el exterior apurando la frenada y pasando a centímetros de su coche. Heikotter logró abrir un pequeño hueco con el segundo, pero Johnston estaba recortando casi un segundo por vuelta, a falta de tres kilómetros para la meta.
Al final, Bryan Heitkotter llegó el primero a la bandera a cuadros y, tras superar a 53 000 competidores online y terminar entre los 16 primeros en 2011, se convirtió en el primer ganador de GT Academy de Estados Unidos. Cuando le preguntaron qué sintió al cruzar la línea de meta, respondió: "Ha sido el momento cumbre de toda mi experiencia competitiva, porque ha supuesto la consecución del sueño de mi vida de convertirme en piloto profesional".
Tras ganar la competición, Heitkotter permaneció en el Reino Unido, obtuvo su licencia de piloto y terminó en el podio de las 24 Horas de Dubái, en el equipo de Jann Mardenborough, ganador de GT Academy del reino Unido, en un 370Z preparado para la competición.
