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MONTECARLO, Mónaco (24 de noviembre de 2019) – Los FIA Gran Turismo Championships concluyeron hoy en el Sporting Monte Carlo de Mónaco, con el esperado evento principal del fin de semana: la final de la Nations Cup. Sin el campeón vigente en la parrilla, el brasileño Igor Fraga, el gran favorito para llevarse a casa el codiciado trofeo FIA GT, modelado según la escultura de Umberto Boccioni "Formas únicas de continuidad en el espacio", era el alemán Mikail Hizal, que había hecho gala de una gran velocidad durante todo el fin de semana y parecía imbatible, pero el australiano Cody Nikola Latkovski y el japonés Takuma Miyazono tenían la intención de demostrar que eso no era así.

La clasificatoria general del viernes redujo los 36 pilotos (de 18 territorios/países diferentes) a 12 finalistas. El domingo, esos pilotos volvieron a disputarse una sesión clasificatoria y luego compitieron en cuatro carreras. Con la estrella de Fórmula 1 Max Verstappen entre el público, Hizal registró el mejor tiempo de vuelta en el Autodromo Nazionale Monza y se hizo con la pole para la primera carrera, con lo que les dejó claro a todos que venía a darlo todo. Miyazono acabó justo detrás de él, y el francés Baptiste Beauvois se hizo con el tercer puesto. Latkovski no consiguió un buen ritmo en el circuito y acabó 5.º. Y entonces llegó el momento de que los competidores se viesen las caras y acumulasen todos los puntos posibles en las tres carreras preliminares para ir bien encaminados hacia la gran final, donde los puntos valdrían el doble.

Primera carrera de la final de la Nations Cup

La primera carrera se trató de una intensa batalla de 12 vueltas al volante del Motul Autech Nissan GT-R Super GT. El lugar de la disputa fue el Autodromo Nazionale Monza, un circuito rápido con muy pocas oportunidades de adelantamiento. El rebufo sería una de las estrategias clave de la jornada y obligaría a los líderes a vigilar constantemente por los retrovisores.

Después de la buena ronda semifinal del viernes, en la que su rival principal quedó eliminado (el brasileño Igor Fraga), el alemán Mikail Hizal salió desde la pole. En esta carrera había que usar tanto neumáticos medios como duros, y las cuatro posiciones superiores de la parrilla (Hizal, el francés Baptiste Beauvois, el japonés Takuma Miyazono y el húngaro Patrik Blazsán) decidieron empezar con los Michelin más blandos con la esperanza de ganar la delantera antes de tener que usar los duros.

Nada más ondear la bandera verde, Hizal se alejó de los demás. Beauvois, por su parte, cometió un error y tuvo que asumir una penalización de 0,5 segundos, por lo que Miyazono se coló al segundo puesto. Blazsán también adelantó al francés para subir al tercer puesto, mientras que el resto de los pilotos con neumáticos duros se fueron quedando atrás.

A medida que los tres que iban en cabeza (Hizal, Miyazono y Blazsán) dictaban el ritmo de la carrera, Miyazono tuvo que hacer frente a una situación nada favorable mientras intentaba adelantar a Hizal y defendía su posición de un agresivo Blazsán. Este le hizo pensar constantemente que iba a adelantarlo para que no pudiese mantener los ojos en la pista y desconcentrarlo, lo que le permitió a Hizal ganarse una ventaja de varias centésimas de segundo en cada curva.

En la vuelta 7, después de haberse alejado bastante, el grupo principal, con Hizal en cabeza, entró a boxes para ponerse los neumáticos duros. Mientras tanto, el español Coque López, después de su impresionante retorno en la repesca del viernes, consiguió ganar una posición en la curva 1 y obligó al hongkonés Jonathan Wong a salirse de la pista. Así, el australiano Cody Nikola Latkovski también pudo adelantarlo.

En la vuelta 8, Wong y los dos pilotos italianos, Giorgio Mangano y Salvatore Maraglino, se enzarzaron en un combate a tres que acabó con Maraglino en el 7.º puesto. Sorprendentemente, el francés Rayan Derrouiche cayó a la 12.ª posición, de donde no saldría debido a una serie de penalizaciones.

En la vuelta 9, a tres vueltas de acabar, Miyazono se fue acercando a Hizal con tan solo una diferencia de 0,37 segundos entre ellos. En la siguiente, el nipón intentó adelantar a Hizal, pero el alemán consiguió defender su puesto. Luego, de repente, Blazsán se puso justó detrás de Miyazono. En la última vuelta, los tres estaban muy cerca los unos de los otros, y pese a que Blazsán intentó ganarle terreno, Miyazono defendió su posición y quedó segundo. Hizal se hizo con una victoria muy merecida junto a Beauvois, que ejecutó un movimiento exterior arriesgado en la última curva del circuito (la Parabolica) para robarle el tercer puesto al húngaro. Nadie sabía que, luego, Blazsán se vengaría del francés por haberlo sacado del podio.

Segunda carrera de la final de la Nations Cup

En la segunda carrera de la final de la Nations Cup, la palabra clave fue "constancia". En el histórico Circuit de Spa-Francorchamps y bajo la lluvia, los jugadores fueron a lo seguro en sus Toyotas Dallara SF19 Super Formula. Estos potentes bólidos monoplaza, capaces de alcanzar 542 CV en conducción normal, estaban equipados con un modo de adelantamiento que sumaba 80 CV más al Toyota turboalimentado, pero nadie se atrevió a usarlo en la resbaladiza superficie de esta pista.

El alemán Mikail Hizal, en primer puesto, pudo volver a alejarse del resto de competidores desde el principio. Con nadie bloqueando su camino y, lo que es más importante, sin otros coches dificultándole la visión con las salpicaduras de lluvia, Hizal parecía estar poseído y fue acumulando velocidad a lo largo de la carrera de 8 vueltas hasta alcanzar los 300 km/h en la recta delantera pese a la lluvia.

Para las dos últimas vueltas de la carrera, ya estaba a unos buenos cinco segundos del segundo puesto, el japonés Takuma Miyazono. Lo más fácil para el alemán habría sido bajar un poco el ritmo, ya que la tracción de los potentes SF19 no es la más fiable en condiciones de humedad, pero siguió pisando el pedal y aumentando su ventaja con respecto a los demás.

Miyazono conservó el segundo puesto a lo largo de la carrera, y el francés Baptiste Beauvois se quedó con el tercero. El húngaro Patrik Blazsán quedó cuarto, mientras que el favorito del público, el australiano Cody Nikola Latkovski, se tuvo que conformar con la quinta posición. Con esas condiciones, todos los pilotos procedieron con suma precaución, y la segunda ronda de la final mundial de la Nations Cup no hizo más que afianzar los puntos ya conseguidos por los pilotos.

Tercera carrera de la final de la Nations Cup

La penúltima competición de la Nations Cup de 2019 fue una batalla trepidante en el Circuit de la Sarthe, hogar de las legendarias 24 horas de Le Mans. Cómo no, el vehículo para la carrera fue el Mazda LM55 Gran Turismo, inspirado en el famoso coche de la marca de Hiroshima que ganó dicha carrera en 1991, pues el 787B sigue siendo el único coche de motor rotativo que ha conseguido ganar esta exigente carrera de resistencia.

Para la tercera carrera de la final de la Nations Cup de 2019, de 6 vueltas, había que usar tanto neumáticos medios como duros, y solo se permitía parar una vez en boxes. Todos empezaron con neumáticos duros menos el húngaro Patrik Blazsán, que confiaba en asegurarse una buena posición durante las paradas en boxes de los demás pilotos. En cuanto se ondeó la bandera verde, la batalla fue un no parar: el nipón Takuma Miyazono adelantó al líder general, el alemán Mikail Hizal, en la primera tanda de curvas. No sería por mucho tiempo, eso sí, ya que Hizal aprovechó el rebufo de este y lo adelantó en la recta Mulsanne de alta velocidad.

El francés Baptiste Beauvois se coló por el final de la recta y adelantó tanto a Hizal como a Miyazono, pero Hizal había cogido mejor la trazada y tenía más velocidad de salida, con lo que volvió a recuperar la delantera. Luego, Miyazono y Beauvois lucharon por el segundo puesto, pero cuando el japonés adoptó una estrategia muy defensiva y empujó al francés fuera de la pista, se ganó una devastadora penalización de cuatro segundos que lo llevó a lo más bajo de la tabla; un error del que no se recuperaría. Todo esto le dio al australiano Cody Nikola Latkovski la oportunidad de hacerse con el segundo puesto... y todo sucedió en la primera vuelta.

En la vuelta 2, y contra todo pronóstico, el español Coque López, con un peinado nuevo que no pasó desapercibido, fue hacia el segundo puesto después de empezar sexto. Al final de la vuelta, todos los pilotos menos Blazsán entraron en boxes para ponerse los neumáticos medios. Por desgracia, la estrategia del húngaro de estar más tiempo en la pista no le salió bien, ya que fue incapaz de obtener una ventaja suficiente. Después de cambiar a los neumáticos duros, salió de boxes en un decepcionante cuarto puesto.

Mientras tanto, la penalización que tuvo que asumir López le permitió a Latkovski adelantarlo en la recta Mulsanne y hacerse con el segundo puesto. En la última vuelta, Latkovski y López se enfrentaron cara a cara y se adelantaron entre ellos varias veces, por lo que Hizal cruzó la línea de meta sin ningún problema.

Con esta tercera victoria, el alemán tenía consigo todas las de ganar el título mundial. Miyazono mostró un tenaz espíritu de lucha al acabar la carrera en el séptimo puesto y conseguir quedar segundo en la clasificación general. Al ganar a Beauvois, Latkovski mantuvo su tercer puesto, mientras que López quedó quinto. Y con todo eso, la gran final ya estaba lista.

Gran final de la Nations Cup

El recinto de la carrera final de los FIA GT Championships de 2019 fue el Autodromo de Interlagos de Brasil, donde los pilotos se pusieron al volante de un Red Bull X2019 Competition en una carrera de 22 vueltas que decidiría quién se coronaría campeón mundial de 2019. A diferencia de las tres primeras carreras, los pilotos tenían que usar los tres tipos de neumáticos durante un mínimo de seis vueltas, por lo que hacía falta un mínimo de dos paradas en boxes. Excepto Hizal, que empezó con neumáticos blandos, la mayoría de los pilotos de la parte alta empezaron con Michelin medios. Estaba claro que el alemán quería alejarse de los demás pilotos cuanto antes y conseguir la suficiente ventaja como para llegar primero a la línea de meta.

Tras la bandera verde, Hizal se puso en cabeza en la primera curva. El estadounidense Daniel Solis, que se convirtió sin duda alguna en la sorpresa del fin de semana, no perdió el tiempo y exprimió al máximo sus neumáticos blandos para pasar del octavo al tercer puesto en tan solo tres vueltas. En la vuelta 4, el plan de Hizal estaba funcionando a las mil maravillas, ya que había conseguido una ventaja de cuatro segundos con respecto a los demás pilotos.

Las siguientes vueltas fueron muy frenéticas, con velocidades de hasta 300 km/h tanto en las rectas posterior como delantera. Baptiste Beauvois (Francia) y Takuma Miyazono (Japón) adelantaron al español Coque López para hacerse con el cuarto y el quinto puesto respectivamente, mientras que Solis iba en busca del segundo puesto de Cody Nikola Latkovski.

En la vuelta 8, la mayoría de los pilotos de la zona media de la tabla pararon en boxes por primera vez, pero Hizal y Solis siguieron en la pista para aprovechar al máximo los veloces neumáticos blandos, que eran como un segundo más rápidos que los medios. Latkovski optó por dejar los blandos para el final, mientras que Miyazono y Beauvois se la jugaron con la esperanza de adelantar a Hizal, que entró en boxes en la siguiente vuelta para ponerse los neumáticos medios.

Dos vueltas después, Beauvois, con los neumáticos más rápidos, adelantó a Solis, que tenía los medios, en la curva Arquibancada de alta velocidad. Miyazono, con la intención de entrar en el podio de la final mundial, hizo lo propio y adelantó a Solis en la curva cuatro para colocarse tercero, mejorando cuatro puestos su posición inicial. Entretanto, Latkovski perdió mucha velocidad debido a los neumáticos duros y cayó al séptimo puesto.

Muchos de los pilotos hicieron su última parada en boxes en la vuelta 13, y los que se guardaron los neumáticos blandos para el último empujón no malgastaron ni un segundo. El hongkonés Jonathan Wong adelantó a Solis para hacerse con el 5.º puesto mientras Latkovski rebasó a Miyazono y a Beauvois hasta el segundo. La pregunta era: ¿Tendría el australiano suficientes vueltas restantes como para alcanzar a Hizal, que ya iba 8 segundos por delante de los demás?

Miyazono aguantaba con todas sus fuerzas, ya que si acababa en tercer lugar podría formar parte del podio de la carrera y de la final mundial, pero su estrategia de usar los neumáticos duros al final no parecía que le estuviese beneficiando, ya que Beauvois, que también entraría en el podio de la final si acababa en el tercer puesto, se pegó al piloto nipón en la última vuelta. Y entonces, de la nada apareció el húngaro Patrik Blazsán con Michelin blandos, que adelantó a Beauvois en la curva 9 e hizo que el francés cayese al cuarto puesto y, por ende, no pudiese formar parte del podio, dejándole ese honor a Miyazono. Blazsán consiguió cobrarse su venganza por la primera carrera del día. (Después de semejante regalo, Miyazono igual debería invitar al piloto húngaro a cenar sushi).

Pero lo realmente importante es que Hizal, que dominó sin resistencia la final mundial, estuvo en cabeza en todas las vueltas y consiguió 66, el máximo posible, y una ventaja de 18 puntos con respecto al subcampeón, Latkovski, que demostró por qué está en la élite de las carreras virtuales pese a no haber mostrado su mejor versión.

Después de hacerse con el trofeo de la Nations Cup, el siempre calmado Hizal declaró: "Sinceramente, me siento aliviado porque igual no vuelvo a participar en una final mundial. Como igual no puedo volver por dedicarme a mis estudios, este año quería dar lo mejor de mí. Hoy estaba muy nervioso, no quería cometer ningún error, y al final las cosas me fueron bien. No me lo puedo creer. Era mi objetivo principal para este año, y ahora que lo he logrado, estoy muy contento".

El subcampeón Latkovski dijo: "Estoy muy contento con el resultado. No me fue como quería en la clasificatoria, pero fui a lo seguro y pensé bien la estrategia. Creo que he conducido bien y que no he jugado sucio, y eso es lo importante. Por desgracia, no pude alcanzar a Mik (Hizal), pero este era su año. Llevo compitiendo con él desde 2013, y es un tío increíble y un piloto maravilloso. Es un honor ser su amigo".

El último peldaño del podio lo ocupó Miyazono, que después de la carrera comentó: "Estoy muy contento de estar aquí ahora mismo, pero decepcionado por lo que pasó en la Sarthe, donde perdí la oportunidad. Sigo pensando que tengo que ser más rápido si quiero ganar, y necesito aprender cuándo ir a la defensiva y cuándo a la ofensiva. Para el año que viene, trabajaré en ello y volveré siendo un mejor piloto".