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TOKIO, Japón (27 de octubre de 2019) - Con una multitud entusiasta animándolo, Ryota Kokubun de Japón se ha llevado hoy los honores de la Nations Cup en la quinta ronda del Gran Turismo World Tour 2019, parte de los FIA Certified Gran Turismo Championships. Kokubun se convierte en el primer japonés en subir al podio en 2019. Después de un fin de semana de carreras intensas y emocionantes, desde la GR Supra GT Cup hasta la carrera de exhibición de la Manufacturer Series, la Nations Cup no ha decepcionado a nadie y las multitudes han llenado el Megaweb Toyota City Showcase para ver los eventos del día, que incluían la clasificatoria de los 6 mejores, dos carreras de semifinales, una repesca y la gran final.

El formato de la Nations Cup se ha mantenido sin cambios para Tokio, ya que los cuatro primeros de las semifinales se clasificaron para la gran final, mientras que los que quedaron en los puestos del 5 al 10 tuvieron otra oportunidad en la repesca, donde debían terminar entre los cuatro primeros para pasar. Para todos los demás, "sayonara, hasta el año que viene".

Por su victoria sobre 24 de los mejores jugadores del mundo, Kokubun se ha asegurado el pase a la final mundial en Mónaco el 23 y 24 de noviembre, donde luchará contra los otros ganadores del World Tour de esta temporada: Nicolás Rubilar de Chile, Igor Fraga de Brasil y Mikail Hizal de Alemania, así como otros jugadores que se han clasificado en la serie online.

Semifinal del grupo A

"Extraña" sería la única manera de describir la intensidad de esta primera semifinal. Con una carrera genial en la clasificatoria de los 6 mejores, el japonés Takuma Miyazono se aseguró la pole para la semifinal A, una carrera de 12 vueltas alrededor del complicado circuito Sardegna Road Track-A, en el Jaguar Vision Gran Turismo, un bonito pero difícil vehículo eléctrico que se acaba de presentar, cuenta con tracción en las 4 ruedas y tiene un rendimiento similar al de un coche de F1. Se requería que los pilotos usaran neumáticos medios y duros durante un mínimo de dos vueltas consecutivas.

En cuanto bajó la bandera verde, una auténtica caravana de coches invadió el vértice de la curva 1 para cruzarla los primeros, pero el holandés Rick Kevelham entró con una dureza algo excesiva y clavó el morro de su Jaguar en la parte trasera del coche de Manuel Rodríguez (España). La reacción en cadena consiguiente comportó una colisión múltiple que eliminó al líder de la carrera Miyazono y al segundo clasificado, Adriano Carrazza (Brasil). Se penalizó de inmediato a Kevelham con 10 segundos, pero los comisarios de carrera consideraron que un incidente tan importante justificaba una segunda salida y enseñaron la primera bandera roja de los FIA GT Championships.

Después de que los coches se alinearan en sus posiciones originales de la parrilla, a excepción de Kevelham, al que enviaron al último puesto de salida por haber provocado el contratiempo, la bandera verde bajó por segunda vez, lo que provocó de inmediato otra batalla campal en la primera curva. Desde el principio quedó claro que Miyazono no se sentía cómodo en el Jaguar VGT, pues se abrió mucho en la primera curva y bajó a la quinta posición. A la cabeza iba Carrazza, con Andrew Brooks de Canadá y el chileno Nicolás Rubilar de Chile persiguiéndolo.

Más tarde, pero todavía durante la primera vuelta, Rubilar se abrió demasiado en la novena curva, embistió la pared y regresó a la pista, solo para cortarles el paso a varios coches más, incluido el de Brooks, que hizo un trompo y quedó relegado a la parte de atrás del pelotón. Carrazza y el español Coque López, que había empezado en octavo lugar, lograron sortear el desastre y se escaparon con el primer y segundo puesto.

La acción no cesó en la segunda vuelta, ya que se produjo un combate intenso por el tercer lugar con Miyazono, el australiano Adam Wilk y Rodríguez apretujados y golpeándose como autos de choque (¡pero a 320 km/h!). Mientras luchaban por la posición, Carrazza y López consiguieron una ventaja de 5 segundos sobre el resto.

Al comienzo de la sexta vuelta, el punto medio de la carrera, iban por este orden Carrazza, López, Rubilar y Miyazono, pero el piloto japonés pronto renunció a su puesto cuando entró en boxes para cambiar a los neumáticos duros de rigor. Lo siguieron los líderes de la carrera en la octava vuelta, que pasaron también al caucho duro, más lento. Mientras Miyazono se abría camino hasta la cuarta posición, se vio superado por el británico Adam Suswillo, que ahora corría con los neumáticos medios, más rápidos.

Las últimas dos vueltas vieron a López pegado a la parte de atrás del Jag VGT de Carrazza, buscando con desesperación una oportunidad de pasar, pero el brasileño mostró la tenacidad de un pitbull y detuvo al español hasta el final. Rubilar nos recordó por qué ya estaba clasificado para Mónaco con un excelente adelantamiento a Wilk que le valió el tercer puesto. En cuanto al favorito local, Miyazono, se fue a la repesca, ya que terminó en quinto lugar sin poder atrapar a Wilk.

Semifinal del grupo B

La segunda carrera de la semifinal resultaría un tanto tranquila en comparación con la semifinal del grupo A, pese a correrse en condiciones de una humedad extrema en el Circuit de Spa-Francorchamps. Para ponerles las cosas más difíciles todavía a los pilotos, en esta carrera de 7 vueltas el bólido ya estaba asignado: el Porsche 911 RSR con motor trasero.

La gran multitud contuvo el aliento cuando bajó la bandera verde y el pole, Ryota Kokubun, de Japón, encabezó el grupo por la primera curva. Como todos los coches llevaban neumáticos de lluvia, en esta carrera no sería necesario parar en boxes.

Durante las fases iniciales de la carrera, Kin Long Li de Hong Kong perdió por unos instantes el control del coche y tocó al estadounidense Kevan Pounder, lo que acabó sacando de la pista a Salvatore Maraglino, de Italia. Se penalizó a Li con 2 segundos por el contratiempo, lo cual lo sacó de la carrera en la práctica. Al final de la primera vuelta, copaban los cuatro primeros puestos Kokubun, el australiano Cody Nikola Latkovski, Rayan Derrouiche de Francia y el japonés Tomoaki Yamanaka.

Latkovski intentó adelantar a Kokubun en la cuarta vuelta, pero se salió un poco de la pista, lo cual le valió una penalización de medio segundo. Esto hizo que Latkovski reconsiderara su estrategia y optara por tener paciencia, esperando a que se presentara la oportunidad, en vez de forzar la situación.

La vuelta 6 vio a Giorgio Mangano de Italia cruzar de manera brillante Les Combes (curvas 7, 8 y 9) para arrebatar la importante cuarta posición al japonés Yamanaka. A esas alturas, los tres mejores pilotos habían conseguido una ventaja de 4,5 segundos sobre el resto, con Latkovski pegado al parachoques trasero del coche de Kokubun en busca de una oportunidad para adelantarlo. Sin embargo, el conductor japonés mantuvo la calma y evitó con astucia que el duro australiano se llevara la bandera ajedrezada. Derrouiche mantuvo un ritmo constante y terminó tercero, mientras que Mangano se hizo con el cuarto puesto, que le valió el pase automático a la gran final.

Repesca

La repesca suele ser una carrera muy irregular en la que los pilotos, desesperados por clasificarse, se lo dejan todo en la pista. Para la repesca de la Nations Cup de Tokio, se asignó a los pilotos coches de la clase N500 en un sprint de 6 vueltas alrededor del Tokyo Expressway South Inner Loop de noche.

El pole Miyazono lideró el grupo en su Lamborghini Huracán, mientras los coches que tenía detrás chocaban y se rozaban para posicionarse en el estrecho circuito urbano. Yamanaka, cuyo Nissan GT-R NISMO salió en segundo lugar, bajó una posición, pero luego embistió con fuerza por el medio de la pista para quitarle el primer puesto a Miyazono. Esto prendió la mecha del japonés, que tomó la delantera en la segunda vuelta y logró una victoria fácil después de hacerse un colchón de 2 segundos respecto al pelotón.

Yamanaka, por otro lado, perdió el ritmo después de verse superado por Miyazono y finalmente por el francés Baptiste Beauvois (Honda NSX), el Porsche 911 GT3 de Maraglino y el Lexus LC 500 de Rodríguez, lo que hizo que quedara en quinto lugar y fuera del torneo.

Gran final

La gran final fue una carrera de 8 vueltas por el legendario circuito de Le Mans con los pilotos llevando bólidos de Fórmula F1500, precisamente. ¡Solo en Gran Turismo Sport puedes ver y llevar coches de Fórmula 1 en el Circuit de la Sarthe, ya que estas máquinas purasangre de carreras alcanzaron los 390 km/h en la recta Mulsanne!

El aire se cargó de electricidad mientras la multitud mostraba en voz alta su apoyo a sus héroes locales, uno de los cuales era Ryota Kokubun, que salió del segundo puesto, detrás del ganador de la pole, el brasileño Adriano Carrazza.

La carrera tuvo un formato de parrilla de salida, el primero en una final del World Tour. Todos los autos salieron limpiamente, mientras Takuma Miyazono, que comenzó la carrera en noveno lugar, adelantaba a dos coches para ponerse el séptimo. Su compatriota, Kokubun, pasó de manera brillante a Carrazza para ponerse en cabeza de la carrera a mitad de la primera vuelta, pero duró poco, ya que el piloto japonés cometió un terrible error de conducción en las eses, chocó con el guardarraíl y dejó que lo adelantaran Carrazza y el tercero, el español Coque López.

Astuto como siempre, Miyazono entró en boxes temprano (en la segunda vuelta), después de ver que los líderes de la carrera comenzaban con los neumáticos rápidos blandos. Eligió cambiar de los medios a los duros y guardarse los blandos para el final de la carrera. Fue una apuesta arriesgada, pero que valía la pena teniendo en cuenta que no iba en buena posición. La siguiente vuelta vio a Kokubun y López en boxes, ambos pasando a neumáticos medios a la vez que Latkovski entraba para calzarse los duros y guardarse los blandos para el final de la carrera, como Miyazono. Mientras tanto, el líder de la carrera, Carrazza, eligió seguir corriendo y sacar tantas vueltas con los neumáticos blandos como fuera posible, con la esperanza de conseguir una ventaja insuperable. Y a su manera funcionó porque, cuando el brasileño pasó por boxes en la siguiente vuelta para cambiar a neumáticos medios, volvió 1,5 segundos por delante de Kokubun, manteniendo el liderazgo, con López, Rubilar y Latkovski completando los cinco primeros puestos.

Los tres primeros comenzaron a alejarse del pelotón; y el coche de López, en tercera posición, se hizo un colchón enorme de 11 segundos respecto al cuarto, Rubilar. Justo cuando pensábamos que iba a ser una carrera a tres, las cosas cambiaron en un suspiro después de que los tres mejores pilotos hicieran sus paradas finales en boxes y todos se pusieron los obligados neumáticos duros.

La séptima vuelta vio cómo Latkovski y Miyazono, ambos con blandos, empezaban a rascarle mucho tiempo al líder. La pregunta era: ¿les quedaba tiempo suficiente para atrapar a Carrazza, Kokubun y López?

A mitad de la vuelta, Latkovski atrapó a López y la presión constante hizo que el español golpeara el guardarraíl y perdiera el tercer lugar. Y luego vino Miyazono, quien embistió con más fuerza que un toro furioso. El japonés vio una abertura en la chicane Ford y adelantó a López y Latkovski, lo que arrancó una gran ovación a la multitud. Pero resultó ser algo tarde para el piloto japonés, puesto que Carrazza y Kokubun ya estaban fuera de su alcance.

Más tarde, durante la misma vuelta, el líder de la carrera Carrazza cometió un error mental que acabaría por costarle el campeonato. Se salió de la pista y recibió una penalización de 0,5 segundos, el cual permitió a Kokubun adelantarlo en la recta de Mulsanne para hacerse con el liderazgo absoluto. Pasó a convertirse en un combate entre dos coches, con Carrazza rozando el alerón trasero del nipón en busca de algún hueco para pasar, pero Kokubun mantuvo la concentración y contuvo al brasileño para hacerse con la ajedrezada y convertirse en el primer jugador japonés de 2019 en ganar un evento de la Nations Cup. Latkovski recuperó el tercer lugar al arrebatárselo a Miyazono, que había agotado el agarre de sus neumáticos, mientras que López entraba quinto.

Junto a esta gran victoria, Kokubun se llevó a casa el premio al piloto del día de Michelin. Después de la carrera declaró: "Nunca imaginé que podría ganar, pero me sentí bien durante las semifinales y quería mantener ese ritmo. Pero ganar la gran final ha sido un milagro, así que estoy muy contento. Tuve algunas salidas decepcionantes en el pasado y eso me ha hecho practicar más duro que nunca. Creo que lo de hoy ha sido resultado de eso. Ahora espero mantener este ritmo hasta la final de Mónaco.