La carrera final de la 41ª edición de las 24 horas de Nürburgring se celebró del domingo 19 al lunes 20 de mayo de 2013. El productor de la saga Gran Turismo, Kazunori Yamauchi, participó en la clase SP9 de esta carrera en un Nissan GT-R NISMO GT3, finalizando en el puesto 134 de la clasificación general.

Este año, el reto era mejorar la precisión y la fiabilidad de la simulación del mundo real en Gran Turismo, aplicando datos reales recopilados en carreras anteriores. Además, se unificaron otros datos esenciales aportados por socios técnicos como NISMO (chasis), Yokohama Rubber (neumáticos) y KW (suspensión), y se implementaron a fondo en el motor físico de GT6, lo que permite probar de inmediato simulaciones de cambios en la dinámica de los vehículos al ajustar la suspensión y los factores aerodinámicos. Esto permitió al equipo adaptar el coche al máximo para el circuito.

Entre los conductores se encontraban Kazunori Yamauchi, los hermanos Tobias y Michael Schulze y el piloto profesional alemán Michael Krumm. Tres mecánicos japoneses también ayudaron al equipo Schulze Motorsport, que participó en la carrera como un combinado germano-nipón.

En la primera ronda de clasificación, Michael Schulze hizo 8 minutos y 52,889 segundos. Enfrentados a grandes equipos como Mercedes-Benz, Audi y Porsche, lideraron la clasificación general durante un tiempo. Es la primera vez que un coche japonés lidera la ronda de clasificación en las 24 horas de Nürburgring durante más de 40 minutos.

El equipo entró en el "Top 40 de la clasificación" el segundo día, con un tiempo de 8 minutos y 27,467 segundos gracias a Tobias que supuso el puesto 26 en la general.

El 19 de mayo a las 5 de la tarde, cuando el mal tiempo empezaba a hacer acto de presencia, Michael Krumm cogió el volante como conductor inicial de la última carrera. Pero 1 hora después, la rotura de un manguito del radiador provocó un recalentamiento del motor y Schulze Motorsport tuvo que sustituirlo por completo. Mientras el equipo se esforzaba incansablemente por instalar el nuevo motor, la intensa lluvia provocaba la anulación de la carrera, con el consecuente retraso adicional.

La carrera se reanudó a las 8:20 de la mañana del día 20. Pero los problemas continuaron para el coche número 123, ya que la dirección asistida falló durante el turno de Kazunori Yamauchi y se quedaron sin gasolina cuando conducía Michael Krumm. Sin embargo, el equipo siguió luchando y, aunque habían caído hasta el puesto 165 de la general en algún momento, al final el coche 123 pasó la bandera a cuadros de las 24 horas de Nürburgring de este año en la posición 134. El primer desafío real en la categoría SP9 resultó ser una dura lección sobre la realidad de las carreras de resistencia.

El ganador de la carrera de este año fue el Black Falcon Mercedes-Benz SLS AMG GT3 (con el número 9).