En 2008, Lucas Ordóñez era estudiante de una Maestría en Administración de empresas cuando vio la publicidad de una nueva competencia llamada "GT Academy". Lucas soñaba desde hacía mucho tiempo con ser un piloto de carreras y pensó que esta colaboración entre Nissan y PlayStation era su última oportunidad.
El resto, como se dice, es historia. Su viaje del mundo virtual al mundo real se convirtió en una de las historias más importantes de las 24 Horas de Le Mans de 2011, donde Lucas concretó su sueño de competir en la carrera de resistencia más dura de todas. El hecho que haya terminado la carrera en el podio con sus compañeros del equipo Signatech-Nissan es una prueba de la solidez del programa de desarrollo de pilotos de la GT Academy.
Como el primer ganador de la GT Academy, Lucas se ha vuelto el ejemplo a seguir de los nuevos ganadores. Desde que ganó en 2008, GT Academy se ha vuelto global con competencias en Europa, EE. UU., Rusia, Medio Oriente, Australia, India y Sudáfrica, y encuentra y hace florecer nuevos talentos todas las temporadas, pero Lucas siempre será el pionero.
En los últimos años, Lucas ha madurado como piloto de carreras profesional y ha estado a la altura de todos los retos a los que se ha enfrentado.
Lucas personifica a la perfección la esencia de la GT Academy. Descubrir talento innato, hacerlo crecer, presentarle retos y verlo brillar.