En 2012, Alemania fue sede de su propia GT Academy, y una de las pruebas preliminares del evento inaugural tuvo lugar en el circuito de Nürburgring. Entre más de 96 000 jugadores, Peter Pyzera surgió como ganador y se convirtió en el primer campeón del país de la GT Academy de Nissan y PlayStation en Silverstone en 2012.
Pyzera creció alentando a su compatriota Michael Schumacher cuando el campeón alemán dominaba la Fórmula 1; sin embargo, la verdadera pasión de Pyzeras era el Campeonato Mundial de Rally (WRC). Idolatraba la manera en que los pilotos del WRC realizaban derrapes y saltos en toda clase de terrenos desafiantes, demostrando habilidad para controlar los autos. Su piloto del WRC favorito era Sebastian Loeb. En sus días libres, él y sus amigos buscaban huellas en el lodo y caminos de tierra en sus propios autos. Pyzera ha tenido 16 autos en su vida y su favorito hasta ahora ha sido el Vauxhall Frontera por ser el que más diversión y capacidad en la tierra le ha brindado. Su sueño de convertirse un día en piloto del WRC está un paso más cerca de hacerse realidad gracias a la GT Academy.
Pyzera, quien no contaba con experiencia automovilística previa, comenzó con el Programa de Desarrollo para Conductores intensivo de la GT Academy a fines de 2012. Junto a otros tres ganadores regionales, ha estado entrenándose durante tres meses para la exigente carrera de resistencia de las 24 horas de Dubái, en la que compartieron dos Nissan 370Z GT4. Para sumar a su cargado cronograma de sesiones de entrenamiento en varios elementos, participaron en una serie de fines de semanas de carreras competitivas con el objetivo de obtener experiencia y firmas y así tener la oportunidad de acceder a una licencia C para carreras internacionales antes de las 24 horas de Dubái, en enero de 2013. El primer fin de semana de noviembre de 2012, Peter y sus compañeros de equipo de la GT Academy regresaron a Donington, donde completaron con éxito una ronda sin problemas en la carrera nocturna de cuatro horas, y en el proceso se procuraron la importantísima licencia para carreras internacionales.
Esta fue la primera exposición de Pyzeras a entrenamientos para carreras reales y admite que el DDP es un programa muy riguroso y desafiante, a nivel físico y mental, pero dice que es una experiencia que no cambiaría por nada. Fue muy difícil, y es necesario permanecer concentrado; de lo contrario, seguir adelante con ella no es posible.
