Ricardo Sánchez creció como muchos jóvenes: soñando en convertirse en piloto de carreras. De vez en cuando, su padre podía llevarlo a hacer karting, pero la familia Sánchez carecía de los recursos para apoyarlo en su sueño y, como muchos, el sueño de la niñez de Ricardo parecía que no iba a cumplirse.
Un día, la familia de Ricardo fue al cine de su pueblo natal y vio que se llevaba a cabo un evento de la GT Academy en su centro comercial local. El padre de Ricardo lo llamó inmediatamente y le dijo que viniera al centro comercial para inscribirse en la competencia de la GT Academy, su única oportunidad real de finalmente alcanzar el sueño de convertirse en piloto de carreras profesional.
Ricardo ganó la competición del evento y avanzó a la final nacional de dos días en la Ciudad de México. Allí, a Ricardo se le evaluaron sus habilidades en Gran Turismo y su estado físico, habló con los medios y condujo un Nissan 370Z en el circuito mexicano de F1, hasta que finalmente, luego de dos arduos días, fue anunciado como uno de los seis finalistas que se dirigirían a Silverstone.
Durante una desafiante semana en el Race Camp del Reino Unido, Ricardo compitió contra jugadores de Australia, India, Tailandia y Medio Oriente por el gran premio. Después de todos los desafíos, los jueces anunciaron a Ricardo como ganador de la GT Academy Internacional de 2014.
El premio de Ricardo fue completar el programa de desarrollo de pilotos de la GT Academy para adquirir las habilidades necesarias para conducir un Nissan GT-R NISMO GT3 en las 24 horas de Dubái de 2015. Después de tres meses de entrenamiento intenso, Ricardo estaba listo para correr y. junto con sus compañeros, obtuvo un comienzo soñado para su carrera cuando finalizó en el segundo puesto de su clase y quinto en la tabla general, un logro increíble.
Ricardo ahora tiene la oportunidad de continuar desarrollando sus talentos y brillar: firmó un contrato como atleta de NISMO y obtuvo una plaza como corredor de GT-R en la prestigiosa serie de resistencia Blancpain junto a algunos de sus compañeros de equipo en Dubái.
Ricardo personifica todo lo que representa la GT Academy. Descubrir talento innato, hacerlo crecer, presentarle retos y verlo brillar.
