Los “kei cars” son exclusivos de Japón, donde tienen una función importante en la vida cotidiana. Si bien se mantuvieron la cilindrada del motor y el tamaño de la carrocería mínimos, hay varios modelos que exhiben un rendimiento formidable.
Uno de esos autos es el Daihatsu Copen, un convertible con verdadero potencial para el automovilismo. El modelo de segunda generación, que debutó en 2014, presenta una sólida carrocería “D-Frame” que aloja un motor turbo de 3 cilindros con distribución de válvulas variable. Además, cuenta con el divertido sistema “Dress-Formation”, que permite quitar y reemplazar fácilmente los paneles de la carrocería para cambiar el aspecto del auto.
Con este auto como base, el COPEN RJ Vision Gran Turismo se propuso explorar todo el potencial de los kei cars. RJ significa “Racing Jacket” (chamarra de carreras), en referencia al exterior similar a una armadura, una suerte de presagio de éxitos en las carreras.
De hecho, el auto parece un guerrero. Equipado para la batalla, con alerón bajo delantero, alerón trasero y difusores de gran tamaño, y con guardabarros que aumentan su ancho, tiene una imagen sumamente impactante.
La cilindrada del motor sigue siendo 660 cc, según las reglas de los kei cars, pero la presión de carga alcanza unos sorprendentes 149 HP/201,9 Nm. Además, el peso de la carrocería se redujo a solo 600 kg, por lo que el auto tiene potencial para enfrentar a autos deportivos con motores mucho más grandes.
En la década de 1960, Daihatsu compitió en el automovilismo con su clásico P-5. El COPEN RJ Vision Gran Turismo es una obra ambiciosa que mantiene ese espíritu de pelea.
