Mientras el ex piloto de F1 Max Chilton y sus compañeros, los mentores de la GT Academy, disfrutaban de los premios de sus exitosas carreras en el impresionante complejo Qasr Al Sarab en el desierto de Rub al-Jali, los competidores solo podían soñar con cómo sería ganar la GT Academy. A solo unos pocos kilómetros, sus mundos no podían haber sido más diferentes. Cada grupo territorial dormía en el calor abrasador de su propia tienda, bajo las estrellas del increíble desierto.

Aunque muchos de los competidores habían pasado noches en vela, los mentores y Rob Barff llegaron al campamento frescos y relajados tras una noche de lujo para llevar a cabo una clase práctica dirigida al día del desafío eliminatorio, una contrarreloj en buggy por las dunas. Por la tarde, las temperaturas en el desierto superaban los 40 grados y los competidores, ataviados con sus trajes de piloto y sus cascos, se enfrentaron al complicado recorrido subiendo por las dunas en buggies de 1000 cc.

Se produjeron un par de fallos mecánicos por culpa de los grandes saltos, pero el mentor de Benelux y Tim Coronel, dos veces ganador del Dakar en buggy, saltaron a la acción para arreglar uno de los buggies estropeados y mantenerlo en la carrera.

El desafío ayudó a los mentores a decidir qué dos competidores irían a la final del día siguiente en el circuito de Yas Marina, donde volverán a la pista para un exhaustivo entrenamiento como pilotos, seguidos de cerca por sus mentores y bajo la experta mirada de la leyenda del diseño de la F1, Adrian Newey. Solo uno de los dos conseguirá competir en la carrera final y asistir a la coronación del campeón europeo de GT Academy 2015, quien verá realizado su sueño de comenzar una glamurosa carrera internacional en los deportes de motor.

Tras el largo camino de vuelta desde el desierto hasta el Yas Viceroy Hotel, los 14 competidores restantes no podían aflojar el ritmo. Los llevaron al popular club nocturno Rush y volvieron a sus raíces en el mundo de los videojuegos, que fue lo que les llevó a Abu Dabi a perseguir sus sueños como pilotos. Una carrera en Gran Turismo completa con cambio de piloto sirvió para que los siete territorios compitieran por un premio muy gordo: la pole en la carrera del día siguiente.

Otra novedad para la GT Academy fue ver a dos hermanos competir entre ellos por la oportunidad de convertirse en el campeón alemán al día siguiente. "Nuestra meta final siempre ha sido llegar así de lejos como equipo", explica Thomas, el hermano menor, con 22 años. "Ahora uno de nosotros estará en la final, y eso es genial. Pero por supuesto todos queremos ser esa persona, así que ahora espero esforzarme al máximo."

"Es realmente emocionante", añade su hermano de 27 años, Georg. "Al menos un Kiefer estará en la carrera final. ¡Ahora mismo, a nuestra madre el corazón le debe ir a mil!"

Por si los competidores aún no se habían dado cuenta de que lo que tienen delante es una oportunidad que les cambiará la vida, hoy el ganador de la edición de 2011, Jann Mardenborough, lo ha dejado claro. Una noticia estupenda había llegado hasta el Race Camp: el británico, que se había convertido en deportista NISMO, había logrado el quinto puesto en la primera carrera del Gran Premio de Rusia de GP3 en Sochi y había terminado en un excelente tercer puesto en la segunda carrera.

Max Chilton (mentor del Reino Unido): "El desierto ha sido extraordinario. Nunca antes había estado en un sitio así y he aprendido muchísimo. Me alegro del resultado de la carrera, y les ha dado a los chicos una valiosa experiencia a la que recurrir como pilotos. Los dos que me quedan han progresado realmente bien durante el Race Camp. Esta semana he hablado mucho de progreso y estoy bastante seguro de que los dos correrán rápido mañana, el último día. Creo que ambos tienen lo que hay que tener para hacer un buen trabajo".